Ecología
Son reptiles que viven en las áreas tropicales de África, Asia, América y Australia. Son excelentes nadadores. Tienden a vivir en ríos de corriente lenta y se alimentan de una amplia variedad de animales, preferentemente vivos.
Una especie, el cocodrilo marino (Crocodylus porosus) que es el mayor de los cocodrilos de la actualidad (el más grande del que se tiene noticia es de 8,5 metros de longitud y 1.700 kilos de peso, y fue capturado en Queensland (Australia) en el año 1957), aunque se sabe que podrían superar los diez metros si se alimentan lo suficiente
vive tanto en agua dulce como en estuarios salados y se adentra con frecuencia en el mar, lo que le ha permitido colonizar muchas islas de Australia y todas las costas desde la India hasta Australia, e incluso, en muchas ocasiones llega a cruzar el Océano Índico y llega hasta África Oriental, desde Somalia hasta Madagascar y Sudáfrica . El cocodrilo marino no es el único en adentrarse en el mar, aunque sí el que lo hace con más frecuencia. Así, el cocodrilo del Nilo (Crocodylus nyloticus) ha cruzado el mar para colonizar varias islas del Océano Índico (entre ellas Madagascar); y el cocodrilo americano (Crocodylus acutus) ha llegado a nado hasta la mayoría de las islas del Caribe, e incluso a la punta sur de Florida.
Los cocodrilos jóvenes se alimentan de cangrejos, insectos y ranas. Los más grandes cazan peces, se alimentan de animales muertos o permanecen en espera durante horas, listos para engullir presas como mamíferos y aves acuáticas. Aferran a la presa con mandíbulas poderosas y dientes filosos, arrastrándola debajo del agua hasta ahogarla. Los cocodrilos no pueden masticar, de modo que cortan a la presa, sacudiéndola y despedazándola con sus dientes. Nuevos dientes crecen para reemplazar los que se rompen o se pierden. Su mordedura es la más poderosa de todo el Reino Animal, de unos 1.800 kilos de fuerza
Los cocodrilos llevan vidas bastante inactivas, ya que yacen inmóviles la mayor parte del día. Por la mañana los ríos se calientan lentamente y los cocodrilos a menudo buscan el calor del sol en la orilla del río. Por la noche el agua se enfría lentamente, de modo que los cocodrilos pasan estas horas dentro del río para mantenerse en calor. Abrir ampliamente sus bocas los ayuda a calentarse por las mañanas o refrescarse al mediodía: en la boca los vasos sanguíneos están cerca de la superficie de la piel, permitiendo que el calor pase rápidamente hacia o desde la sangre al ambiente.
Los cocodrilos tienen cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos, aunque pueden controlar la velocidad de su digestión según la abundancia de presas y de la temperatura ambiente; así, con una temperatura óptima (40-50 ºC) pueden hacer una digestión rápida si abundan las presas o lenta si éstas escasean (estos últimos datos fueron probados científicamente hace muy poco). Están bien adaptados a la vida acuática y solo de vez en cuando salen de ella, como el gavial del Ganges (Gavialis gangeticus). Sobre la tierra, los cocodrilos se deslizan arrastrando su estómago y empujándose con los pies. Para recorrer distancias grandes, adoptan un "paso alto", levantando el cuerpo del suelo y arrastrando la cola. Los cocodrilos, además, pueden "galopar" a velocidades de hasta 60 km/h.
Las fosas nasales de un cocodrílido y sus ojos se encuentran en la parte superior de la cabeza, lo que le permite ver y respirar mientras permanece en el agua. Puede respirar parcialmente sumergido, cerrando un pliegue de la garganta que evita que el agua penetre en los pulmones. Bajo el agua, las fosas nasales y los oídos se cierran, y en sus ojos una membrana transparente se mueve en sentido transversal actuando como un tercer párpado
La reproducción se inicia en febrero y termina en mayo dependiendo de la especie y condiciones de la zona.
En esta época, se acentúa el instinto de territorialidad entre los machos, evitando con sus enfrentamientos la reproducción de animales enfermos o débiles, asegurando así la selección de los reproductores y el incremento a los ciclos de actividad glandular necesarios para el apareamiento.
Las hembras pueden poner de 10 a 40 huevos con cascarón duro en un nido excavado en el suelo o en un montón de vegetación acumulado por ella misma. En la mayoría de las especies, ésta permanece cerca del nido para protegerlo contra depredadores.